LA TRANSFORMACIÓN DEL SECTOR INDUSTRIAL A TRAVÉS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

El sector industrial ha tenido múltiples transformaciones gracias a las tecnologías, pero esto no es algo novedoso, sino que esta transformación comenzó en el siglo XVIII con la primera revolución industrial y las máquinas de vapor. ¿Lo sabías?

El sector industrial se reinventa y recicla continuamente para poder adaptar sus productos a los constantes cambios de demandas y gustos de los consumidores.

Calidad, rapidez y precios asequibles son algunas de las cosas que buscamos cuando compramos algo. Pero para poder tener al menos dos de esas tres características, las fábricas tienen que aprovechar las nuevas tecnologías y adaptarse constantemente al entorno.

¿Te imaginas alguna fábrica sin electricidad? Pues no fue hasta la segunda revolución industrial cuando apareció en una y fue la clave de la mecanización de los procesos.

¿Los ordenadores? Hasta el siglo XX no se implementaron los sistemas informáticos en la producción, lo que ayudo a que todos estos procesos fuesen mucho más rápidos y a que entrásemos en la Industria 3.0.

Desde 2014 estamos viviendo la cuarta revolución industrial o Industria 4.0 gracias a cosas que a mucha gente le parecerán desconocidas: robótica, inteligencia artificial, analítica, machine learning, nanotecnología, IoT…

Herramientas digitales incorporadas en las máquinas, equipos que interactúan entre sí, datos, información y decisiones en tiempo real.

Según Deloitte: “La Industria 4.0 puede significar diferentes cosas para cada persona. Por ejemplo, para los empleados puede significar un cambio en el trabajo que van a realizar, mientras que para los clientes significaría una mayor personalización en los productos y servicios que satisfagan mejor sus necesidades”.

¿Y para las empresas?

Para muchas, una mejora de la producción, eficiencia y reducción de costes, para otras simplemente una herramienta de supervivencia que les permite seguir trabajando y hacer frente a la versatilidad del mercado. Aún hay muchas empresas que no han llegado a esta etapa, pero para poder hacer frente a las necesidades sin quedarse atrás hay que aprovechar las nuevas tecnologías.

Ya no es innovación, es adaptación.

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